A lo
largo de nuestra Vida nos comunicamos más del 75% del total de ella, de allí la
gran importancia de analizar nuestra comunicación en forma minuciosa y
responsable como nos sea posible. Veamos las diversas formas en que nos
comunicamos:
Hablando, Escuchando, Escribiendo, Leyendo, Pensando, Imaginando,
Recordando y Soñando, también, con la forma de vestirnos, de caminar, de mirar,
de sonreír de divertirnos de ganar, de perder, de invertir y gastar nuestro
dinero, y en toda la magnitud e intensidad de nuestro Lenguaje No Verbal, el
mismo que transmite (sin palabras) nuestras creencias, nuestra filosofía,
nuestros principios y valores, nuestras actitudes, convicciones, anhelos y
fantasías; Usted cree que exagero, sólo analice el por qué y para qué de todo
lo que hace y deja de hacer, ya sea cuando está solo, en familia, en el
trabajo, en la vida social, en su relación de pareja y cuando habla en público.
La mayoría de nosotros no estamos conscientes de la magnitud de nuestra
Comunicación desde y hacia nuestro entorno.
Para
nosotros será muy saludable, si tomamos conciencia, que con Nuestro Lenguaje No
Verbal transmitimos y recibimos el mayor porcentaje de nuestra comunicación; en
la opinión de la Dra. Joyce Brothers (Psicología Norteamericana), este
porcentaje alcanza el 90% del total de de ella; aclaremos que el Lenguaje No
Verbal es todo lo que comunicamos paralelamente a las Palabras o sin ellas,
siendo capaces de Codificar (Estructurar Mensajes) y Decodificar (Interpretar
Mensajes) por medio de los siguientes indicadores: Tono de Voz, Ritmo, Volumen
y Tipo de Palabras, Expresión Facial (Sonrisa, Mirada, Movimiento de Cejas,
Fruncimiento del Ceño, Dilatación de las Pupilas, Ángulos del Rostro, Rictus de
los Labios, Presión de la Mandíbula, etc.), Postura Corporal, Tono Muscular,
Latidos Cardíacos, Ritmo Respiratorio, Velocidad y Vitalidad de los Movimientos
Corporales, con nuestra Sensación o Actitud de Superioridad, Inferioridad o
Igualdad, Grado de Estima o Indiferencia por nuestro Receptor o Receptores, con
nuestros Propósitos e Intenciones.
A través del Proceso de Socialización,
aprendemos a usar el lenguaje No Verbal; unos con mayor conocimiento y acierto
que otros; pero la mayoría de nosotros, no aprendemos a codificarlo acertada y
adecuadamente, mucho menos a decodificarlo dentro de los diversos contextos;
perdiéndonos de ese modo, una valiosísima información de nuestro entorno.
También
con nuestro estilo de Vestir, Arreglo Personal y Maquillaje, con nuestra Relajación
o Tensión general, con nuestra forma de Caminar; de Decorar o Arreglar nuestra
Casa, Oficina, Automóvil y otros efectos personales, revelamos o comunicamos
mucho más de lo que creemos o estamos dispuestos a aceptar. Nuestra
Personalidad se MANIFIESTA o EXPRESA
a través de los “Pequeños Detalles”, que quizá por pequeños, lo ignoramos o
no lo tomamos en cuenta, ya sea como EMISORES o como RECEPTORES.
Ante
la disyuntiva de recibir o no, a una persona desconocida, que desea
entrevistarse con nosotros, nuestra decisión se ve influenciada por la forma
como se presente y como se exprese, es decir, cómo se comunique. Hace unos
años, me comentaba un amigo, él estaba en un viaje de negocios, representando a
una prestigiosa empresa, era nuevo en el cargo y deseaba presentarse al gerente
de la empresa que era su más importante cliente; al presentarse a su secretaría
y manifestar el motivo de su visita, el gerente lo había estado escuchando y
observando, luego, cuando le hicieron pasar a su despacho, mi amigo intentó
mostrar su carta de presentación, pero en ese instante el gerente le dijo: “No
se moleste, ya le observé y escuché al presentarse a mi secretaría, me da mucho
gusto el recibirlo” … Hay un proverbio chino que nos puede ayudar a comprender
la importancia que tiene lo que comunicamos con nuestra FORMA DE SER, por encima de las palabras: “LO QUE TÚ ERES HABLA TAN ALTO,
QUE LO QUE ME DICES NO SE ESCUCHA”, de igual manera, todos sabemos lo
importante y duradera que es la Primera Impresión que causamos a los demás,
como ellos en nosotros; debo agregar que, no sólo cuenta la Primera Impresión
que causamos o nos causen, sino la compatibilidad entre los que parecemos y lo
que somos en realidad…
El
propósito de este análisis, es el de compartir con ustedes lo saludable y
provechoso que es el tomar conciencia de la importancia que tiene nuestra
comunicación hacia y desde nuestro entorno y de la influencia que ejerce en las
distintas áreas de nuestra vida.
En
las Relaciones Internacionales puede significar la guerra o la paz; en la
relación de pareja, determina la armonía o el caos, en el mundo de la política,
la diplomacia, los negocios, las ventas, la publicidad, etc., esta influencia
significa nuestro éxito o nuestro fracaso. Motivo suficiente para poner atención
a lo que decimos, cómo lo decimos, a quién, cuándo, porqué y para qué decimos
lo que decimos y lo que dejamos de decir.
Gran
parte de nuestro éxito, por no decirlo todo, depende de la habilidad para
comunicarnos y saber transmitir nuestras Ideas, puntos de vista, criterios y
propuestas, ya sean personales, sociales, laborales, de negocios, profesionales
o políticas. Si queremos influir favorablemente en nuestros receptores y
obtener los resultados que nos proponemos y nos interesan, tengamos en cuenta
estas sencillas sugerencias:
·
Toma en cuenta las
características personales y los intereses de tu receptor; ya que todos estamos
interesados en nosotros mismos. Es más probable que prestemos atención a los
mensajes que están en la misma longitud de onda de nuestros intereses,
entonces, hazle saber los beneficios a obtener y las pérdidas a evitar con tu
propuesta.
·
Presta atención,
no sólo a lo que comunicas, si no a la FORMA en que lo haces, pues, ésta
transmite tus actitudes, tanto a ti mismo y a tu mensaje, como a tu Receptor o
conjunto de Receptores; tu forma de comunicar transmite tus Intereses,
Propósitos y tus Intenciones.
·
Siempre que
quieras persuadir, convencer, motivar o vender tus ideas, asegúrate de Creer,
Conocer y de Identificarte con tus mensajes, si así lo haces, siempre tendrás
ÉXITO.
·
Descubre, acepta y
práctica la Empatía (capacidad para ver y sentir las cosas, tal como las ven y
sienten los demás), ponte en el lugar de tu Receptor, esto te ayudará a darle
mayor atractivo, energía y efectividad a tus mensajes.
·
Nunca esperes que
las personas sean, piensen y actúen como tú; al contrario, acéptalas tal como
son y busca lo mejor que hay en ellas, pues, su formación, sus conocimientos,
sus experiencias, sus criterios y sus intereses, son diferentes a los tuyos.
·
Conserva el
Equilibrio y Control de tus emociones, especialmente de la ira, y mantén lejos
tu Deseo de Venganza; no muestres tu impaciencia, tu disgusto o tu censura por
lo que son, hacen o dejan de hacer tus Receptores.
·
Desarrolla el
sentido del humor, nunca te tomes demasiado en serio, ni a tu cargo, jerarquía
o posición; nunca hagas mal uso del pequeño o gran poder que tu “rol
transitorio” te confiere; recuerda siempre: “El mundo da vueltas” y… duele
comprobarlo.
·
No discutas y no
menosprecies el punto de vista, las opiniones, los conceptos o creencias de tu
Receptor; muestra respeto por las personas, también por sus ideas, sin
criticarlas. Al manifestar tus discrepancias, hazlas dejando a salvo su
orgullo, su dignidad y… su vanidad.
Como sugerencia final, quiero decirte que te será de
valiosísima ayuda que realices un PROFUNDO AUTO-ANÁLISIS del estilo de comunicarte con tu entorno. Como
resultado tendrás un “inventario” de sus Fortalezas y Debilidades
comunicativas; si decides potenciar tus fortalezas y revertir tus debilidades,
entonces habrás logrado una personalidad AGRADABLE,
MAGNÉTICA, GENEROSA, SENSIBLE, AUTÓNOMA, EQUILIBRADA Y ATRACTIVA.
Por: Hipólito Vásquez M.
Muchas gracias, muy bueno aporte. Sigue compartindo tus buenas enseñanzas. Gracias
ResponderEliminarGRACIAS POR TU COMENTARIO, ME ALEGRA QUE TE AGRADE, MUCHOS SALUDOS QUERIDA PAULA. ABRAZOS.
Eliminar