
La comunicación, entendida como el proceso de interrelación entre dos o más personas, mediante la transmisión y recepción de mensajes, los mismos que transmiten no sólo información, ideas y propósitos; sino también sentimientos, emociones, sensaciones y actitudes destinadas a influir y provocar una respuesta en nuestro receptor o conjunto de receptores – la mayoría de las veces – predeterminada, coherente y conveniente para el emisor (nosotros).
El éxito o el fracaso en todo tipo de relaciones (familiares, laborales, de negocios, sociales y de pareja, dependerá de las habilidades que tenga el Emisor para Codificar (estructurar, crear, construir, armar o cifrar) sus mensajes o estímulos/causas, teniendo muy en cuenta las características (personalidad, cultura, nivel socio-cultural, intereses, sensibilidad, estado anímico, edad, sexo, etc.) de su Receptor o Conjunto de Receptores, sin dejar de lado el clima físico, social y psicológico que rodea el contacto (contexto en el que se desarrolla la comunicación).
Dentro de este marco, las RELACIONES HUMANAS, que son el conjunto de conocimientos y técnicas que nos permiten predecir el comportamiento humano (conductas) y por tanto prever el tipo de respuesta o reacción (la respuesta es pensada, procesada y analizada; la reacción es impulsiva y automática) a determinados estímulos por parte de nuestros receptores; en consecuencia, del manejo acertado de nuestra comunicación, depende la salud o no de nuestras RELACIONES HUMANAS y por tanto, nuestro éxito o nuestro fracaso de nuestra interacción con nuestro entorno.
Pocas personas nos damos cuenta y menos reconocemos, por lo tanto aceptamos que casi el 100% de las discusiones, desavenencias, conflictos, despidos, divorcios y todo tipo de problemas de relación, tienen su origen en el desconocimiento de la naturaleza humana y de los mecanismos psicológicos que intervienen en nuestra interacción, en todos sus niveles y formas.
He aquí algunas sugerencias para mantener relaciones humanas saludables, satisfactorias y convenientes con nuestro entorno:
Le invito amigo(a) que ponga en práctica por un corto tiempo estas sencillas sugerencias, y le aseguro que notarán el cambio que se está operando en Usted. Eso no tiene precio, ni se compra... SE GANA.
Dentro de este marco, las RELACIONES HUMANAS, que son el conjunto de conocimientos y técnicas que nos permiten predecir el comportamiento humano (conductas) y por tanto prever el tipo de respuesta o reacción (la respuesta es pensada, procesada y analizada; la reacción es impulsiva y automática) a determinados estímulos por parte de nuestros receptores; en consecuencia, del manejo acertado de nuestra comunicación, depende la salud o no de nuestras RELACIONES HUMANAS y por tanto, nuestro éxito o nuestro fracaso de nuestra interacción con nuestro entorno.
Pocas personas nos damos cuenta y menos reconocemos, por lo tanto aceptamos que casi el 100% de las discusiones, desavenencias, conflictos, despidos, divorcios y todo tipo de problemas de relación, tienen su origen en el desconocimiento de la naturaleza humana y de los mecanismos psicológicos que intervienen en nuestra interacción, en todos sus niveles y formas.
He aquí algunas sugerencias para mantener relaciones humanas saludables, satisfactorias y convenientes con nuestro entorno:
- En primer lugar conózcase, compréndase y entiéndase a sí mismo, cuando lo logre, estará capacitado para entender lo que hace y deja de hacer la gente.
- Nunca espere que las personas sean, piensen y actúen como Usted, ya que sus experiencias y sus senderos son diferentes a los suyos (conozca algo sobre la programación Neurolingüística PNL), en su lugar, acéptelas como son y busque lo mejor que hay en ellas.
- Recuerde cómo actúa Usted cuando las cosas no le agradan, no le salen bien o cuando está disgustado, piense cómo desea ser tratado en ese momento. Entonces, simplemente reflexione y dé a los demás el trato que desea recibir.
- Póngase en el lugar de la otra persona, para ver y sentir las cosas tal como los demás las ven y las sienten, haga suyas las emociones y los intereses del prójimo. La causa más frecuente de conflicto es la ausencia de empatía.
- Conserve el equilibrio y control de sus emociones, especialmente de la cólera o ira, no muestre su impaciencia, su disgusto o su censura por lo que son, dicen o hacen los demás (conozca algo sobre la inteligencia emocional).
- Preste atención total a los que le buscan y dígales que Usted entiende cómo se siente él o ella y que cuentan con su apoyo y comprensión. Sea un oyente sensible, atento y activo (puede informarse sobre la escucha activa).
- Desarrolle el sentido del humor, nunca se tome demasiado en serio, ni a su cargo, jerarquía o posición; nunca haga mal uso del pequeño o gran poder que su “rol transitorio” le confiere. Recuerde que el mundo da vueltas… y duele comprobarlo.
- No discuta ni menosprecie el punto de vista, las opiniones, concepciones o creencias de los demás; muestre respeto por las personas, por su cultura sin criticarla. Al manifestar sus discrepancias, hágalas dejando a salvo el orgullo (ego), la dignidad y a veces, la vanidad de su interlocutor.
- Nunca le diga a su interlocutor que está equivocado, pues, podrá demostrarle su equivocación, pero perderá su estima por Usted. Sea cauto, prudente y use el tacto. Los amigos se ganan o se pierden, según como los tratemos, respetemos y apreciemos, y A TODO LO QUE SON Y COMO SON.
- Desarrolle una expresión facial relajada, agradable y permeable; deje atrás su expresión renegona, cáustica, rígida y cerrada. Lo primero atrae lo segundo aleja. Sea inteligente y recuerde que no le conviene que le rechacen, sino que le busquen. La vida en soledad, no es vida.
- Como punto final, le sugiero que haga un auto-análisis sincero; Usted se conoce mejor que nadie y actúe en consecuencia, implemente un reajuste, con los correctivos que su inteligencia, su voluntad y su decisión le permitan.
Le invito amigo(a) que ponga en práctica por un corto tiempo estas sencillas sugerencias, y le aseguro que notarán el cambio que se está operando en Usted. Eso no tiene precio, ni se compra... SE GANA.
Muchas gracias querido Hipólito por más un excelente articulo. Nos dejas siempre excelentes enseñanzas.
ResponderEliminarPara cultivar las relaciones humanas necesitamos usar buenas palabras en nuestra comunicación. Palabras sinceras, que respetan y motiven. Son palabras simples que a veces olvidamos decir debido a la presión o apuro. Por eso las palabras más importantes son: 1) Admito que me equivoqué; 2) has hecho un buen trabajo; 3) ¿Qué opinas tu?; 4) por favor; 5) Muy agradecido; 6) Nosotros. Y la palabra menos importante es; Yo . Hay que ser humilde y ser sábio en las relaciones humanas y actuar con amor. Muchas gracias una vez más.
GRACIAS QUERIDA PAULA POR TU COMENTARIO Y APORTE. ESAS 6 EXPRESIONES HACEN FÁCIL Y AMENA LA CONVIVENCIA. ABRAZOS.
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